Contrario a lo esperado, la salida para Paris no fue tan traumática. Las peripecias relatadas por otros viajeros nos hacían temer retrasos y calamidades. Si bien es cierto que para salir del país los venezolanos tenemos que hacer toda una serie de inusuales traslados, no hay vuelos directos, muchas aerolíneas han dejado de llegar a Venezuela. Un retraso de una hora escasa, no nos pareció mucho a estos cuatro viajeros que compone el grupo de amigos. Viaje que planificamos con varios meses de antelación.
Salimos de Maiquetia (Venezuela) el 14 de septiembre, vía Barcelona, (oriente del país) hasta Panamá. Nos quedamos un día que aprovechamos muy bien. Ya conocía la ciudad, si se puede llamar conocer a unas pocas horas de parada que hacen los cruceros. Justo para visitar la ciudad y un centro comercial.
Esta vez quise visitar el casco histórico. En el hotel contactamos a un guía, Luciano, panameño de nacimiento pero con muchos años vividos en Venezuela. Todo un acierto, Luciano resultó ser una persona afable, calmado y excelente guía.
Nuestra primera parada fue al llamado Casco Histórico, no ta bien conservado como el de Cartagena de Indias, pero si muy interesante. El gobierno panameño quiere restaurar muchas de estas casas coloniales que se encuentran en estado deplorable, invadidas por personas que no desean abandonar sus viviendas.
De esta zona resalta por su valor artístico la iglesia de San José, con su bello retablo de oro, la catedral en la plaza Mayor o plaza Catedral; la Plaza Bolívar, la única plaza en el mundo que representa al libertador en traje civil y no militar.
Este Casco Antiguo contrasta con la ciudad moderna, surgida a partir de los 90 a la caída de Noriega, donde empezó un desarrollo acelerado en todos los sentidos. Con sus grandes y a veces raras
edificaciones recibe al visitante, venga por mar o por tierra.
La crisis económica y política de Venezuela ha empujado a muchos venezolanos a radicarse en esta ciudad. A algunos les ha ido bien, a otros la corrupción política los ha obligado a dejar el país perdiendo las inversiones realizadas. No siempre lo que reluce es oro.
La segunda parada que nos hizo Luciano fue al cerro Ancon, nombre del primer barco que cruzó el canal en 1903. En lo alto del cerro se puede divisar unas vistas espectaculares, del canal, el Puente de Las Américas, y la ciudad de Panamá.
Existe actualmente un boom inmobiliario, que al no muy versado le puede parecer de mucho progreso, pero hay quie advierte que puede ser una burbuja pronta a explotar.
Siempre que se viaja aprendes algo nuevo, a menos que viajes dentro de la maleta. Luciano nos explico que los llamados sombreros de Panamá están hechos en Ecuador. Cuando el presidente Roosevelt visitó el país, se compro uno de estos sombreros, a su regreso a EE UU le preguntaron donde lo había comprado, el contesto: "en Panamá" de ahí que se extendiera el nombre
En la próxima entrega la información será sobre el tour a las Ciudades Imperiales: Viena, Praga y Budapest, que es en realidad el origen de nuestro viaje.
