domingo, 11 de septiembre de 2016

BONBINI NA ARUBA (One happy island)




Esta es la cuarta vez que visito Aruba. La primera vez fue hace...¡56 años!  en una Semana Santa. Después con unos amigos que nos invitaron a su apartamento y el año pasado en una visita relámpago en un crucero. Esta vez en un resort, 8 días de paz y tranquilidad.
Aruba es un país autónomo, insular, perteneciente a las antillas menores. Situado a solo 25 kilómetros de la península de Paraguaná al noroeste de Venezuela.
El idioma local es el papiamento, una suerte o mezcla de varios idiomas pero con muchas palabras españolas, tal vez debido a la cercanía con Venezuela. Antaño muy visitado por los venezolanos. hoy en día mucho menos por la crisis económica que vive este país. Su economía se centra principalmente en el turismo, por eso casi todos hablan varios idiomas, pero principalmente inglés y español. Los taxistas siempre son una buena fuente de información, uno de ellos nos dijo que el sueldo mínimo está en $1.000 al mes.
La vida aquí es cara, todo es importado. Con un paisaje árido, de cactus, y poca lluvia. Aunque a los cinco días de llegar llovió en la mañana, pero enseguida salió el sol.
Las playas son espectaculares, nos alojamos en un resort de Marriott's Long Beach Ocean. En Aruba casi todas las playas son públicas, aunque los locales frecuentan otras playas mas tranquilas con menos turistas. La temporada alta es a partir de noviembre hasta febrero mas o menos. Ahora están en temporada baja.
Desde la primera vez que la visite a cambiado mucho, pero sigue siendo un sitio tranquilo ideal para descansar en familia. La gente es amable y servicial. No obstante, hay muchos sitios nocturnos para quienes les gusta la parranda y muchos deportes náuticos o acuáticos. Innumerables restaurantes de todo tipo y nacionalidades, y por supuesto comida local. Muchos hoteles habilitan en la noche las playas para cenar alrededor de las antorchas, y a la orilla del mar.
Alguien me decía que aquí aparte de la playa no hay mas nada que hacer, no creo, hay otras cosas que ver y visitar. En todos los hoteles hay folletos explicativos de las cosas que puedes visitar, y el tipo de restaurantes que desees. Comida rápida, modestos y de lujo. Claro, todo tiene su precio.
Al día siguiente de llegar fuimos a un gran supermercado para comprar víveres para los 8 días que estaríamos ahí. Casi lloro. Todo el que vive en Venezuela me entenderá. Ver un supermercado tan lleno de todo después de las carencias que tenemos en Venezuela, pega duro. Un día antes de regresar nos dieron el dato de un supermercado de chinos que cerraba mas tarde y que también era mas barato. ¿Comprar? ¡no! solo desodorantes, pasta de dientes, hilo dental, y cosas por el estilo. ¡Qué tristeza a lo que hemos llegado!
Oranjestad es la capital de Aruba, y dista 20 minutos de donde nos alojabamos. El pasaje de autobús cuesta $ 2,50 pero un taxi te cobra $ 9 como eramos 4 decidimos que era mejor ir en taxi y mas cómodo.
Una noche fuimos a un mall a pasear y ver tiendas. Vimos unas pequeñas fuentes luminosas, y pasamos por delante de una ¡arepera! Hoy en día te puedes encontrar uno de estos establecimientos en cualquier parte del mundo, debido a la diáspora de venezolanos esparcidos por todas partes. Y cerveza Polar y Harina PAN hasta en el mas humilde abastos.
Las fotos son casi todas de la playa y los alrededores, y algunas de la visita a la capital. También de unas iguanas típicas de estos lares, conviven con los turistas quienes las fotografían y alimentan.


En definitiva fueron 8 días de relax, tranquilidad y playa. Se puede recomendar.