viernes, 20 de abril de 2012

Rajoy: "Los recortes en salud y educación son necesarios."

Cuando oí por TVE a Mariano Rajoy decir que los recortes en educación y salud eran necesarios quedé, como dicen los españoles, alucinada. Parece que yo soy de otra galaxia o no entiendo nada de economía ni de política. Parte de culpa de esta crisis la tienen los banqueros y los políticos. Pero como dice el refrán venezolano, "la cabuya se parte por lo mas delgado." 
En educación los profesores que no estén investigando tendrán que hacer más horas, seguramente recortaran personal, aumento de 25% de matricula, los repitientes pagarán más el curso a repetir (ahí no me parece mal) más alumnos por clase. O sea, la calidad desmejorará.
Congelarán las pensiones, y ya la medicina dejará de ser gratuita y se cobrará 10% según el monto de la pensión.
En cultura también habrá un tijeretazo.
En los desayunos en la 1 de TVE, entrevistaban a Cayo Lara, coordinador federal de IU (izquierda unida) claro como buen comunista no puede dejar de criticar al PP, pero lleva razón en algunos puntos. Asegura que es mentira que el gobierno no tenga dinero, existe un fraude fiscal de 60 mil millones de euros. Es decir, hay mucha gente que no paga sus impuestos, la corrupción está que juega garrote. Lara asegura que a Rajoy "lo abandonan hasta los suyos. Rajoy tiene mayoría pero está perdiendo credibilidad a raudales. El FMI se queja que vivimos (los españoles) muchos años." No se si serán proclives a que se aplique la eutanasia, para que la población disminuya.
Para completar el panorama a la presidente de Argentina, Cristina fernández, para tapar los problemas sociales y económicos que enfrenta, expropió YPF, filial de Repsol. Lo que hará que la UE y EE.UU. estén pensando en represalias en contra de  esté país. Parece que quiere emular a Galtiere con lo de Las Malvinas, una cortina de humo para distraer a la galería.
Como siempre los más perjudicados "para salvar a la nación" son los ciudadanos de a pié. Mientras el rey se va de safari a matar elefantes, se rompe la cadera y se ve obligado a pedir perdón como niño regañado. 
Se presentan nubarrones negros en el horizonte de la Madre Patria.
Ya los venezolanos lo tenemos color de hormiga.


martes, 3 de abril de 2012

¡Quién no conoce Sevilla no conoce maravilla!

No se si es así exactamente el dicho, pero no hay duda que esta ciudad tiene un encanto muy especial que hace que uno la visite aunque sea una vez en la vida.

En estas vacaciones andaluzas, el lunes tuve la oportunidad de visitar por segunda vez a Sevilla. La primera fue en 1992 para ver ExpoSevilla. De eso hace ya, ¡20 años! 

Primavera es una estación ideal para visitarla, el clima es agradable, aunque este año la Semana Santa ha sido pasada por agua, algo que tiene mortificados a la industria turística y a los que vienen para ver las procesiones de la Semana Mayor. Algunos pasos tuvieron que cancelar sus salidas debido al tiempo, con gran pesar de los devotos que se quedaron con las ganas. En verano no le aconsejo a nadie que venga por estos lares, "la caló" como dicen los andaluces es insoportable, con temperaturas que pueden llegar a 40º o 42º.

En esta época los naranjos en flor despiden un aroma, sobre todo por las mañanas, delicioso, que ni la boñiga de los caballos de los carros al frente de la Plaza de toros de la Maestranza logra empañar con su olor.

Aunque a mi las corridas de toros no me agradan, el colorido, la música y el mismo toreo es todo un arte. Solo una vez en mi vida fui a una plaza de toros, en Barcelona, cuando tenía 14 años. A  una exhibición de la Escuela española de equitación, un espectáculo bello que me encantó. Pero una corrida de toros las he visto solo por televisión, y me que perdonen los aficionados; sigo pensando que es una salvajada, igual que la pelea de gallos, de perros o el mismo boxeo. La visita a la Maestranza me gustó, la plaza y su museo son dignos de verse, así como la ermita de los toreros.

Por supuesto no podía faltar la visita a la catedral, monumental, esta entre las tres más grandes del mundo. Allí se guardan unos restos de colón, que Santo Domingo, Sevilla, y otra ciudad que no recuerdo ahora, se disputan el honor de tener otros restos también. Los de Sevilla, aparentemente, aunque escasos son de Colón ya que se comparó su ADN con los restos de su hijo Hernán Colón que también se encuentra enterrado en la catedral. Toda la catedral es una obra de arte: sus altares, pinturas de artistas famosos, las tallas, la arquitectura, las piezas litúrgicas en oro y plata. Por último no hay que dejar de subir a la Giralda (si las condiciones físicas lo permiten) son 35 rampas y 20 escalones para llegar arriba, pero el esfuerzo vale la pena, la vista desde ahí de toda Sevilla es magnífica.

Después de ahí, según nuestra guía, teníamos un paseo en barco por el río Guadalquivir, pero estos viejitos, "despistados y atarantados" como nos dijo un "adulto mayor" de que venía en otra excursión, nos fuimos directamente para el restaurante donde teníamos cita para comer en el "Patio sevillano". De modo que nos perdimos el paseo por el Guadalquivir, pero la visita a la Giralda valió la pena.

Luego del almuerzo seguía "recorrido panorámico" de la ciudad con una parada en La Plaza España, con los pabellones de los países que conformaron la Exposición Internacional de 1929. Casi estuvimos a punto de no bajarnos del autobús, me dejé el paraguas en el hotel y la lluvia arreció, pero en un momento que escampó decidimos que no podíamos perder esa oportunidad. Otra joya de Sevilla, todos los pabellones de países iberoamericanos, Marruecos y EE.UU. dignos de admirar y los jardines que lo rodean también.

Estoy segura que habrá más cosas que ver en esta bella ciudad,  en un solo día no es posible. No pierdo las esperanzas de volver en otra oportunidad, pero solo a Sevilla, durante por lo menos una semana.