miércoles, 15 de febrero de 2012

Primarias: ganamos una batalla, mas no la guerra

El pasado domingo 12 fui testigo en una mesa electoral de El Hatillo. Desde las 8:00 a. m. hasta las 7:00 p. m., para mi fue una experiencia muy interesante. En las primeras horas de la mañana la asistencia fue buena, pero a partir del mediodía la asistencia fue masiva. Algunas personas me impactaron: ancianos acompañados por algún familiar, recién operados, con muletas, andaderas, señoras con sus bebés, y un anciano arrastrando una botella de oxigeno conectado a ella acompañado por su hijo. Me llenó de emoción ver a tanta gente votando con el deseo de colaborar para la situación por la que atraviesa el país cambie.

Ya a las 5 de la tarde la asistencia menguó, pero todavía algún rezagado siguió votando hasta las seis que se cerró la mesa. Todo transcurrió con calma, no hubo ningún incidente que lamentar. Debo decir que los funcionarios del Plan República se portaron con decencia y colaboraron para que todo funcionará bien. Y por lo que se esa fue la tónica en la mayoría de las mesas repartidas por toda la nación. 

Según la MUD y el CNE votaron más de 3 millones de personas. Algo que les movió el piso a los chavistas que tanto vaticinaron que no votarían mas de 1 millón y pico, o que no habría primarias. Se sabía con antelación que se quemarían las actas 48 horas después de las elecciones y nadie del gobierno puso ninguna objeción. Las elecciones se realizaron con sus máquinas, con su CNE, entonces ¿a qué viene que Diodado Cabello le parezca raro y Jorge Rodríguez vocifere que hubo "fraude"? Y lo último, ahora le piden a el TSJ que penalice a la MUD por haber quemado las actas.

Se llevaron la sorpresa del siglo y les cuesta digerir las cifras, no hallan como anularlas; nunca pensaron  que tantas personas fueran a votar. Si para octubre cada una de las personas que votamos llevamos dos más la cifra sería de más de 7 millones.

No cantemos victoria, hemos ganado una batalla, mas no la guerra. No estamos en una situación normal, la democracia está de capa caída. Nos faltan ocho meses de batallar, de sortear todos los impedimentos que nos van a poner, las trampas; y ellos si que saben que hacer para cambiar unos resultados. Y hasta puede ser que no lleguemos a ningunas elecciones presidenciales. No quiero ser pesimista, tan solo creo que soy realista. Debemos estar al tanto de los acontecimientos, lo que viene no va a ser ninguna papita. Como dice el refrán "a ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo."

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